Me encanta
Lima, de hecho he vivido acá por más de 18 años. La verdad es que no llevo la
cuenta ya que simplemente me parece completamente normal vivir en el Perú, pues
es el país que de cierta manera he marcado una gran influencia en mi vida.
No recuerdo
desde cuando se ha convertido absolutamente normal el hecho de que por lo menos
tres veces a la semana escucho a gente random que se toman la molestia de
llamarme “China” o “Chinita~” con ese tono bastante desagradable (se vuelve
mucho más desagradable si es uno de esos días que estoy de completo mal humor
jaja). Simplemente ya no escucho mas ni les presto tanta atención a lo que me
dicen las personas por las calles con respecto a mi aspecto asiático, ya que he
desarrollado la capacidad de no procesar comentarios o criticas que no me
interesan en mi cerebro.
Porque será
que aun existen personas que les asombra ver a alguien que es “diferente” a
ellos? Cuál es ese temor a la “diferencia”? si al fin y al cabo todos somos
seres humanos que habitamos en este planeta.
Simplemente
son una de las miles preguntas que tengo con respecto a esta sociedad creada
por nosotros. Pero bueno si hablamos de eso tendríamos que tener una muy buena sesión
de vinitos por toda la noche y filosofar para llegar a más y más….. preguntas
sin ninguna respuesta concreta.
Lo
importante e impactante aquí es que alguien por la calle me llamo por primera
vez en mi vida Yoko Ono, fue una sensación muy agradable, ya que no era un “Keikooo”
o “Chinaaaaaa”
Pues fue
algo radicalmente diferente a lo que había escuchado durante todo este periodo
en el Perú y me gustó.